jueves, 30 de abril de 2009

ARTICULO DEL PAIS "HYPATIA DE ALEJANDRIA"

Hypatia de Alejandría, la primera mujer astrónoma
Brillante y de gran belleza, es la primera fémina dedicada a la ciencia cuya vida está bien documentada
ROSA M. DOMÍNGUEZ QUINTERO 29/04/2009

Hypatia de Alejandría es considerada por muchos la primera mujer científica de la historia. En un tiempo en el que las mujeres no tenían acceso al saber, Hypatia consiguió abrirse camino en la ciencia y llegar a tener un gran reconocimiento público. Para ello tuvo que renunciar al matrimonio y a su faceta más femenina.
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Hypatia cultivó varias disciplinas: filosofía, matemáticas, astronomía y música
Alrededor del año 370 d.C. nació Hypatia en Alejandría. Con el tiempo se convertiría en una mujer brillante y con una gran belleza. Es la primera mujer dedicada a la ciencia cuya vida está bien documentada.
Su vida
Aunque no se cuenta con datos sobre la madre de Hypatia, sí sabemos que su padre fue el filósofo y matemático Teón de Alejandría, quien siempre vigiló muy de cerca su educación. Según registros de la época, éste deseaba que su hija fuera "un ser humano perfecto". Recibió así Hypatia una educación científica muy completa, dedicándose también a un exhaustivo cuidado de su cuerpo. Realizaba todos los días una rutina física que le permitía mantener un cuerpo saludable así como una mente activa. Todo esto contrastaba con la gran mayoría de mujeres de su época, las cuales no podían acceder ni al conocimiento ni a la educación, y se ocupaban sólo a las "tareas femeninas". Pese a su gran belleza, Hypatia rechazó casarse, para poder dedicarse íntegramente a cultivar su mente.
Su padre trabajaba en el Museo, institución fundada por Tolomeo (emperador que sucedió a Alejandro Magno y fundador de la ciudad de Alejandría) y dedicada a la investigación y la enseñanza. Este Museo tenía mas de cien profesores que vivían allí y muchos más que asistían periódicamente como invitados. Hypatia entró a estudiar con ellos y, aunque viajó a Atenas e Italia para recibir algunos cursos de filosofía, se formó como científica en el propio Museo y formó parte de él hasta su muerte. Incluso llegó a dirigirlo alrededor del año 400. También obtuvo la cátedra de filosofía platónica, por lo que sus amigos le llamaban "la filósofa". Hypatia cultivó varias disciplinas: filosofía, matemáticas, astronomía, música... y durante veinte años se dedicó a enseñar todos estos conocimientos.
Paganismo
De este modo, Hypatia se convirtió en una de las mejores científicas y filósofas de la época. Llegó a simbolizar el conocimiento y la ciencia que los primeros cristianos identificaron con el paganismo. Aquellos eran tiempos difíciles para los paganos, ya que el cristianismo se estaba imponiendo en Alejandría (que en aquellos tiempos estaba bajo domino romano). Fueron épocas de persecución para todo aquel que no se convirtiera al cristianismo y renegara de todos los conocimientos adquiridos. Hypatia se negó a traicionar sus ideas y convertirse al cristianismo por lo que fue acusada de conspiración contra el líder cristiano de Alejandría. Dicha acusación fue aprovechada por un grupo de fanáticos religiosos que, de una forma cruel, pusieron fin a su vida.
Fue asesinada brutalmente, mientras regresaba a casa en su carruaje, la golpearon y arrastraron por toda la ciudad. La desnudaron, la descuartizaron con conchas marinas y sus restos fueron paseados, en señal de triunfo, por toda la ciudad hasta llegar al Ciraneo (supuestamente el crematorio) donde los incineraron.
Legado científico
Aunque todos sus escritos se han perdido, existen numerosas referencias a ellos. Su trabajo más extenso fue en álgebra. Escribió un comentario sobre la Aritmética de Diofanto (considerado como el padre del álgebra) en el que incluía soluciones alternativas y nuevos problemas. También escribió, en ocho libros, un tratado sobre la Geometría de las Cónicas de Apolonio (a quien se deben los epiciclos y deferentes para explicar las órbitas irregulares de los planetas). Colaboró con su padre en la revisión, mejora y edición de los Elementos de la Geometría de Euclides, cuya edición es la que aún se emplea en nuestros días, escribiendo un tratado sobre el mismo.
Escribió un Canon de Astronomía, dedicándose además a realizar la revisión de las Tablas Astronómicas de Claudio Tolomeo, conocidas por su inclusión en el Canon Astronómico de Hesiquio. También cartografió diversos cuerpos celestes, confeccionando un planisferio.
Además de la filosofía, matemáticas y astronomía, se interesó por la mecánica y las tecnologías prácticas. En las Cartas de Sinesio están incluidos sus diseños para varios instrumentos, incluyendo un astrolabio plano, que nos sirve para medir la posición de las estrellas, los planetas y el Sol. También desarrolló un aparato para la destilación del agua, así como un hidroscopio para medir la presencia y el nivel del agua, y un hidrómetro graduado de latón para determinar el peso específico de los líquidos. Por último, se la supone inventora del aerómetro, instrumento que se usa para medir las propiedades físicas del aire u otros gases.
Rosa M. Domínguez Quintero, Observatorio Astronómico de Cantabria (IFCA-CSCI-UC)

domingo, 5 de abril de 2009

Artículo de Manuel Vicent en el País

Esplendor
MANUEL VICENT 05/04/2009 “ El País”

En aquel tiempo de esplendor en las clínicas de cirugía estética había largas colas de gente dispuesta a cambiar de alma trasquilándose la nariz o rebanándose la papada. Algunos padres regalaban a sus hijas adolescentes labios y tetas de silicona en los cumpleaños y había ricachones muy caprichosos que llevaban al quirófano la silueta de Brad Pitt o de Angelina Jolie de tamaño natural y pedían al cirujano que la extendiera sobre el cuerpo, la recortara con el bisturí por la línea de puntos y la carne sobrante se la echara al gato. Mientras sucedía esta carnicería, los carpinteros fabricaban sillas y mesas, los panaderos vendían pan, los campesinos cultivaban frutas y hortalizas. En aquel tiempo de esplendor surgían por todas partes magos de las finanzas con una extraordinaria habilidad para levantar montañas de dinero de la nada, sólo con su imaginación y la codicia de los demás. En cambio el pan era real y a veces estaba perfumado con semillas de sésamo; las sillas y las mesas eran de buena madera, las verduras llegaban al mercado con las hojas llenas de rocío. En aquel tiempo de esplendor crecían hongos de cemento por todas partes en medio de un erial, sin luz ni agua, y en la costa miles de grúas subían ladrillos al cielo, hasta el punto que el ático a veces rozaba las sandalias de Jehová. Ajenos a este festín de Sodoma y Gomorra, los carpinteros elegían la madera con sumo cuidado, los panaderos seguían expendiendo hogazas de centeno o de trigo candeal horneadas con un fuego de arbustos de monte y los campesinos trataban de vender sus frutos a un precio razonable. Un día, sin que ningún profeta lo anunciara la economía del mundo se derrumbó. Sobrevino una súbita pobreza. Las clínicas de estética tuvieron que cerrar porque la gente se conformó con su propia alma. Por la herrumbre de las grúas comenzó a trepar la mala hierba y el dinero ya no representaba nada ni a nadie. Sodoma y Gomorra habrían podido salvarse de la lluvia de azufre si Jehová hubiera encontrado a un solo hombre bueno. Por fortuna aquí quedan todavía carpinteros, panaderos y labradores muy solventes. Con una barra de pan se puede comprar a un hombre y sentado a la mesa en una silla sólida se puede resistir cualquier miseria con una buena ensalada.

Post publicado por Trini.